Una de las consecuencias de la disfagia es el no poder tomar líquidos. Esto significa que la hidratación debe ser con una textura y una viscosidad asegurada.

Uno de los errores mayor cometidos es hidratarse con gelatina por la similitud en apariencia. Las gelatinas están hechas de un solo espesante, esto les da una consistencia pero no la viscosidad de seguridad, necesaria para que no se disuelvan en boca.

Al disolverse en boca crean dos fases líquida y sólida y esto provoca que la parte líquida pueda ir a pulmón, causando problemas pulmonares, infecciones y futuras bronco aspiraciones.

Las aguas gelificadas están hechas con tres espesantes para garantizar la viscosidad correcta en boca y no se creen las dos fases. Evitando así el riesgo de infecciones pulmonares y garantizando la máxima seguridad para hidratar.